Hace un mes tube que viajar por unas semanas a sudamerica, Chile. Viniendo de Tokio, lo primero que me llamo la atencion fue la diferencia en el consumo energetico. Nuestras ciudades Latinoamericanas funcionan a media luz comparadas con las del primer mundo. Estando en Santiago, la capital de Chile me dio la sensacion de moverme en un entorno intermedio entre lo rural y lo urbano. La ciudad de noche se iluminaba debilmente, como si fuera posible que de un dia para otro pudieramos apagar la luz y retroceder aparentemente a una vida agricola.
Creo que la condicion de metropolis no solo se define por la infraestructura, la accesibilidad a todo tipo de servicios o la conectividad a las redes fisicas y virtuales de informacion. La escala o envergadura de una metropolis tambien se verifica por su grado de incandescencia y de presencia nocturna. Una ciudad apagada es una ciudad que no existe.
De noche al sobrevolar Phnom Penh, la capital de Camboya, la ciudad aparece en penumbras, como recordando la ciudad fantasma de hace 30 anios atras. Sin embargo en sus calles se percibe una extrania y poderosa energia todo esta activo alli, en la oscuridad. Al caminar es posible encontrar pequenios locales que funcionan las 24 horas asi como los numerosos e incandescentes convinis en Tokio, pero en la oscuridad...
Los ÒconvinienceÓ se han transformado en un simbolo, no solo del consumo rapido en la agitada vida urbana del primer mundo, sino que ademas operan como terminal de conexion con la red de informacion global, funcionando no solo en el ambito fisico sino tambien virtual.
Engish
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